POLÍTICOS Y GOBERNANTES PASAN, PEREIRA QUEDA

Por su poder, el alcalde de una ciudad es la autoridad más cercana a los ciudadanos y sus necesidades y expectativas. No obstante, a veces olvidan que su objetivo misional es darle bienestar al pueblo.

La reciente historia de Pereira enseña que hemos tenido varios alcaldes mediocres, algunos muy buenos y otros muy malos. Incluso los mejores alcaldes ante la decadencia de los liderazgos, quedan con el dolor de no ver guardián en la heredad.

Hacer un ranking es inane porque a pesar de aquellos que no supieron merecer el honor, Pereira perdura y sigue soñando el propósito de ser una ciudad diferente.

Igual sucede con los presidentes de la República, que, muy poco casi nada han hecho por Pereira. Uno ofreció la bicoca de $17 mil millones por el Aeropuerto Matecaña. Otro más reciente, en una emergencia invernal ofreció ayuda por $10 mil millones y el alcalde Maya le hizo pasar una pena recordándoselo en público. Es excepción el oriundo de la tierra que destinó US$50 millones e hizo el viaducto que lleva su nombre.

Recién en foro de la Universidad Areandina alguien dijo: «los pereiranos han hecho mas por la ciudad que sus autoridades». Obvio, con honrosas excepciones.

En Bogotá siempre han creído que Pereira es lo más parecido a la Arcadia. Ahora con el debate sobre el presente y el futuro del aeropuerto Matecaña y de la aeronavegación regional, vemos cómo el presidente Petro y su ministra de Transporte María Fernanda Rojas ningunean a Pereira y promueven el marchitamiento del Matecaña, de paso tirándole un portazo a los proyectos de obras de infraestructura vial local (Vías del Samán) y regional (Autopistas del Café), este último en el que Pereira es la menos beneficiada y más urgida en soluciones de movilidad vial.

Es extravagante y ofensivo que la ministra Rojas después de estar en Manizales al regresar a Bogotá por Matecaña, haya decidido quedarse en Pereira todo el fin de semana y sin hacerse acompañar del alcalde Salazar ni del gobernador Patiño, mejor dicho, desconociéndolos, recorrió los sitios donde se espera que el desfinanciado programa Vías del Samán desarrolle obras que sólo en Pereira valdrán cerca de $2 billones entre ellas, los avances de la intersección Galicia; la segunda calzada Romelia-El Pollo; segunda calzada Cerritos-La Virginia; la intersección de Tacurumbí que daría acceso al Hospital de Cuarto Nivel y a Ukumarí y al menos tres puentes peatonales a lo largo de El Tigre-Cerritos.

¿Qué tiene la ministra Rojas contra nuestra clase dirigente pública y privada? ¿Por qué desconoce que gobernantes y empresarios les han puesto el pecho a esos proyectos, por cierto, con perturbador desdén por parte del gobierno Petro? ¿Qué le hizo Pereira al presidente Petro? ¿Cuál es el problema?

De otra parte, se observa que las alertas tempranas sobre los problemas y alternativas de Aeromatecaña, que algunos hemos tocado a rebato, otros las interpretan como absurdas. Y hay quienes señalan que detrás se urden intereses personales -lo que puede ser o no ser- pero que, en cualquier caso, como dice Ximena González, presidente ejecutiva del Comité Intergremial de Risaralda: “hay que revisar”.

Y hay que debatir, analizar y evaluar, digo yo, porque mientras aquí hablamos del sexo de los ángeles, en los vecindarios de Armenia y Manizales nos están moviendo el piso.

Tranquiliza que, en el intergremial, según me dice la presidente de la junta directiva, Lina Álvarez Vélez, hay una mesa técnica que trabaja el sentido y alcance de los proyectos de infraestructura de Risaralda. Es de esperar que el alcalde Salazar y el gobernador Patiño escuchen y hagan consensos con el empresariado y la academia porque son fuerzas más perdurables que las de los gobiernos.

Es un axioma que, si la política no sirve, los políticos y los gobernantes pasan y la ciudad queda.

Luis Garcia Quiroga es director fundador de GQ Tu Canal. Periodista con 50 años de experiencia (1975). Abogado de la Universidad Libre. Trayectoria en radio, prensa, TV y medios digitales. Columnista de GQ Tu Canal