¿PARA DÓNDE VA EL DEPORTIVO PERERIA?

Independiente del resultado del clásico con Once Caldas y luego de la rueda de prensa del pasado martes donde el presidente Álvaro López Bedoya explicó y reconoció su error en atrasar el pago a uno jugadores mientras a otros les cumplió, a los medios y la opinión pública les quedó un sinsabor.

No se puede negar que varias semanas el Pereira sin saltar a la cancha ha afectado las finanzas y sin ser mago, no es fácil sacar $1.500 millones del cubilete.

Aunque las dinámicas del futbol suelen darnos una que otra sorpresa, el temor es que las directivas del Pereira vuelvan a las “jugaditas” administrativas y financieras del pasado, porque sin solidez no es posible una operación exitosa que nos lleve de nuevo a una final y ojalá a la segunda estrella y de nuevo a la Copa Libertadores, sin duda un enorme atractivo.

Sobre la venta este año de Emiro Garcés a EE.UU y Faber Gil al Pachuca de México, a los chicos de la prensa no les cuajó la explicación que López Bedoya dio de reemplazarlos con jugadores de la suplencia.

En Argentina dirían: esas son boludeces porque titular es titular y suplente es suplente. Salvo excepciones, siempre habrá un vacío entre un titular y un suplente. Falcao por ejemplo, se ganó la titular en River en los últimos cuatro minutos de un partido en Argentina.

La prueba de ello es que durante la lesión de Faber Gil se notó el enorme vacío por sus características de buen pie, velocidad sorprendente, manejo de los tiempos. Gil se recuperó y de inmediato fue a la titular. Falcao es Falcao y Gil es Gil.

Es cualquier caso, es una aventura sostener un equipo profesional sin músculo financiero y administración eficiente.

Creo que López -tipo habilidoso- utilizó un lenguaje cifrado para enviar un mensaje a los jugadores.

En efecto, hay una lectura escondida en sus palabras cuando dice que todos están muy bien pagados al punto que hay jugadores que le piden a López que los traiga al Deportivo Pereira “porque usted está pagando muy bien”.

O sea, López, envía señales de su esfuerzo financiero y ustedes están relajados y de paso me hacen un paro por tres días, mientras, yo no he dicho nada por el bajón en contra contra Bucaramanga donde Pereira tenía todo para entrar a la final contra Santa Fe.

Hay otros partidos donde la defensa da grima por la lentitud, se dejan sorprender, no están en el partido.

En mi opinión, salvo que haya otras razones de mayor peso que López no las diga por conveniencias personales o comerciales.

Hemos visto tranquilos a jugadores y directivos, ojalá esa tranquilidad se junte con la confianza y les rinda para lograr los objetivos de cumplir la promesa de grandeza y de mantener al Deportivo Pereira en la pelea en lo alto de la tabla.