Se vale soñar. Se vienen ventilando en Pereira ideas y propuestas que refrescan el imaginario colectivo del escenario futurista de lo que seremos como región en aspectos críticos como la movilidad terrestre y aérea, elementos claves para el desarrollo del territorio.
Aunque no compartimos la forma como se tergiversan, malentienden o se rechazan de plano sin reflexionar sobre el sentido y sus alcances, respetamos esas opiniones que nos hacen recordar los años 60 cuando desde niños vimos los debates y polémicas cuando se proponía la utópica idea de hacer un viaducto entre El Sestiadero en Pereira y La Popa en Dosquebradas.
Se vale soñar, porque siempre habrá un mejor mundo por construir.
Eso es lo que como ciudad-región nos hace falta: más utopías, más ideas delirantes. “Tenemos que ponerle músculo a la imaginación”, me dijo en los años 80 el inolvidable Alfredo Hoyos Mazuera, quien con su esposa Liliana Restrepo, crearon la empresa Frisby, otra idea utópica en los días luminosos de la industria pereirana.
El alcalde Mauricio Salazar y su secretario de Planeación Julián Buitrago proponen en la Prospectiva 2054 (a 9 años del bicentenario de Pereira), un nuevo aeropuerto en el Valle de Risaralda.
Por su parte, el gobernador Juan Diego Patiño me dice que pidió a Humberto Tobón, gerente de la RAP, que inicie los estudios y diseños.
Los sueños hay que hacerlos realidad, dirían los hermanos Wright, creadores de la aviación en 1903.
De otro lado, ingeniero Hernán Roberto Meneses y un grupo de soñadores proponen un tren de alta velocidad Pereira-Cali (180 kilómetros por hora), entre otras ventajas, capitalizando condiciones geográficas ideales y una población actual de 10 millones de habitantes sumadas las ciudades de ese trayecto, sustantivamente con el objetivo de consolidar un PIB que sea directamente proporcional a las exigencias estadísticas históricas del desarrollo y la competitividad en cualquier región del mundo moderno.
Percibo que ambas propuestas se sustentan en el “Efecto Viaducto”, resumido en la misma visión que hace 80 años tuvieron empresarios, políticos, periodistas y gentes del común que promovieron la utopía de “construir un campo de aterrizaje en Matecaña”.
Soñar utopías es salir de la zona de confort y generar condiciones para el desarrollo.
Las futuras generaciones no nos perdonarían si no les dejamos utopías, propuestas audaces, estudios y diseños soñadores pensados para ellos, tal como la generación que entre los años 30 a 60 logró que Pereira pasara de aldea promisoria a ciudad futurista.
A los pereiranos nos obliga el deber de tener sueños grandes, tan grandes que, entre más lejos estemos de ellos, no los perdamos de vista. Por ahí es la cosa.
Luis Garcia Quiroga es director fundador de GQ Tu Canal. Periodista con 50 años de experiencia (1975). Abogado de la Universidad Libre. Trayectoria en radio, prensa, TV y medios digitales. Columnista de GQ Tu Canal