Con las redes sociales y WhatsApp, llegó la democratización de las comunicaciones globales y el presagio cumplido de Marshall MacLuhan, pero con el abuso y la perversidad, la manipulación y el maniqueísmo, la comunicación digital se convirtió en una telaraña envolvente que se devora a sí misma.
Si no fuera porque la mayoría de los grandes medios tradicionales están del lado del periodismo corporativo -a diferencia de los alternativos e independientes- como lo advierte el filósofo Dante Palma, la gente tendría más confianza en los contenidos.
Aunque la IA llegó además para enrarecer la atmósfera de la información, también internet, WhatsApp y redes sociales tienen contenidos relevantes, pero mientras tanto, una enorme mayoría de la humanidad vive pendiente de las pendejadas y estupideces que circulan como bacterias en un gran pantano, solo comparable con la turbulenta polarización política nacional e internacional.
El distinguido profesor Mauricio Gaona acaba de advertir que mientras los colombianos andamos peleando y en las disputas interminables, se nos vino encima el tsunami tecnológico sin ninguna preparación y grandes deficiencias para sobrevivir en un mundo altamente competitivo en todos los órdenes. He ahí el gran reto de los líderes de la política, la academia y el empresariado.
Mi padre, que era un analfabeto ilustrado decía: primero se acaba la aguamasa que los marranos”. Y en esta era digital con información a un clic de distancia, también estamos a un clic de ser víctima de la manipulación y el engaño financiero y político. La sospecha y la desconfianza se han puesto del lado de la necesaria duda razonable.
Los consumidores de redes sociales buscan información con contenidos serios y confiables, pero están expuestos a la manipulación de las falsas noticias creada por habilidosos bodegueros con formatos de video, falsos comunicados, fotos y noticias que requieren verificación.
En Pereira la farsa más reciente fue la noticia divulgada en redes sociales según la cual el exalcalde Carlos Maya al salir de la cárcel por vencimiento de términos, había viajado a EE. UU para pasar luego a Canadá donde no hay extradición con Colombia. Horas después se conocieron fotos donde el exalcalde asistía a un almuerzo con amigos confirmando que Maya estaba en Pereira.
Esa es la espiral ascendente en las redes ahora con mayor intensidad con la “ayuda” de la IA.
La campaña política que se avecina será una hoguera fogoneada por el combustible de las bodegas en redes sociales.
Para superar la crisis de confianza, los públicos deberán aprender a distinguir quienes merecen confianza y credibilidad en sus contenidos de opinión, formación e información.