NUESTRO DEPORTIVO PEREIRA Y EL RACISMO DESPRECIABLE

La infame y despreciable expresión de racismo de que fue objeto nuestro centro delantero y ciudadano hondureño Rubilio Castillo en el estadio Palogrande debe ser objeto de una sanción ejemplar por parte de las autoridades del fútbol e incluso, de la justicia penal por cuanto lesiona el fuero interno de una persona y el derecho a la protección de su imagen.

A este pundonoroso jugador que además -de hasta ahora no haber contado con la suerte de goleador de que llegó precedido- ahora le han lesionan hondamente su moral al punto de estallar en llanto en plena cancha manizaleña debiendo ser consolado en hermoso gesto solidario de sus compañeros de equipo.

No te arrugues hondureño. Frente a la infamia y la adversidad ¡fuerza!

Ese bochornoso suceso no puede repetirse en ningún estadio del país y es necesario sentar un precedente contundente porque, así como en Manizales todavía quedan escombros de la vieja casta de azucenos que se creía de sangre azul, hoy, esa noble ciudad en su mayoría está habitada por gentes decentes, respetuosas y leales.

Sí, porque el racismo es indecente, porque es una falta de respeto por su ciudad y su gloriosa divisa y una grave falta de lealtad con un colega en la profesión deportiva del fútbol.

Y pasando la página mientras las autoridades toman medidas contra el racismo, creo que, como dijo el colega de RCN, Jorge Eduardo Hurtado, “el fútbol fue cruel con el Deportivo Pereira en su encuentro con el Once Caldas”.

Con el 0-1 a favor del Pereira, nos hicimos la ilusión del primer partido ganado en esta primera temporada. Personalmente soy escéptico con el concepto de buena o mala suerte. Comulgo con el filósofo Ling Yutang afirma que lo que hay son coincidencias, desatenciones, o malas o buenas decisiones.

El mejor equipo técnico de fútbol no puede entrar a la cancha a meter los goles. No creo que a Luis Fernando Suárez, a quien vi jugar como defensor del Pereira, se le haya olvidado la táctica y la estrategia.

En el empate contra el Tolima -un gran equipo- el Pereira mostró pundonor, coraje y orden táctico. Pero al igual que en Manizales, nos falta contundencia. Igual que algunos de nuestros dirigentes políticos y gremiales.

El fútbol, como pocos deportes, es para gozarlo cuando las cosas van bien. Y para sufrirlo como ahora, cuando la incertidumbre nos empieza a mostrar el fantasma del descenso.

En ese sentido, la mejor contribución que como hinchas le podemos hacer al DeportivoPereira, es la misma que siempre hemos predicado y practicado: cero negativismo y mucho apoyo pujando y empujando desde las tribunas del estadio Hernán Ramírez Villegas.