El poder local radica sobre quienes recae la gracia constitucional de tener el mandato de representación de las mayorías del pueblo expresadas en las urnas.
En eso consiste la democracia desde los remotos tiempos de la brillante era griega, que, al decir de la historia, le ganó el espacio a la obtusa oclocracia del ágora ateniense.
No es perfecta la democracia, que, a la manera del genio de Churchill, es el peor de los sistemas exceptuando todos los demás.
En esa línea, aquí en nuestro territorio risaraldense hemos elegido catorce nuevos alcaldes y un gobernador. Los que no votaron no eligieron. Los demás decidieron por ellos.
Por motivos de espacio y por conocerlos más de cerca que a los demás, me referiré tangencialmente a los alcaldes de Pereira, Dosquebradas, La Virginia, Santa Rosa de Cabal y Guática.
Tuve la ocasión de hablar telefónicamente con Mauricio Salazar la noche del lunes siguiente a su arrollador triunfo electoral desde el inicio cantado por las encuestas. Me aseguró que tiene la mejor intención de hacer un buen gobierno.
Le respondí que, de las lecciones aprendidas, experiencias y nuevos comportamientos de comunidades cada vez más exigentes y con menos necesidades básicas insatisfechas, se deduce que el prestigio político y la popularidad dependen de la excelencia en la gobernanza y en el gobierno, cercanía con la gente, comunicación de calidad y buen uso del poder.
Dinero, autoritarismo, arrogancia y asistencialismo no generan gratitud en la memoria de los pueblos. Suben como palma y caen como cocos.
Se desea que los alcaldes de Santa Rosa, médico Paulo Gómez; de Dosquebradas, Roberto Jiménez; de La Virginia, Juan Carlos Botero se articulen solidariamente en la medida de sus capacidades con el alcalde de Pereira y el gobernador Juan Diego Patiño. Son los alcaldes de un gran corredor territorial apropiado para integrar con Cartago una muy potente y diversa ciudad-región.
Conozco de cerca al profe Ferney Castro, nuevo alcalde de Guática y allí ex rector de dos colegios. Sin ser favorito triunfó con el 73,49% de la votación. Por su formación, vocación de servicio y don de gentes, ya jubilado y por encima del bien y del mal, está llamado a liderar el occidente para integrarlo al proyecto PLEC (Plataforma Logística del Eje Cafetero), potenciador del desarrollo de esas poblaciones.
Se espera mucho del gobernador Juan Diego Patiño. Es cercano al pueblo y es especialista en Planeación y Gestión Estratégica, conocimientos que, aunados a la nobleza de su carácter y temperamento laborioso, esperamos aplique en su mandato.
Lo tenemos todo para ser un territorio desarrollado y con calidad de vida, pero hay que trabajar para alcanzarlo y consolidarlo.
me pregunto en que terminó un ente de planificación regional tan importante como el AMCO en Antioquia a enmarcado un excelente resultado sobre los batolitos de Medellin y su mamera como a jugado el transpote publico y el agua como interpretación del desarrollo de esa region
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