LAS IDEOLOGÍAS ¿ESTÁN MUERTAS?

No ¡Solo estamos en mora de construir nuevas Utopías!

Portentosa respuesta que se desprende de la última obra de Slavoj Zizek, considerado en medios como “The New York Review of Books” o “New Statesman” como el más prestigioso, y a su vez “el más peligroso”, de los actuales filósofos occidentales.

Pero ¿Quién se pondrá al frente de esta magnífica tarea?… “Nosotros mismos, debemos construir aquello que estamos esperando. Pensar que otro haga este trabajo, es una forma de racionalizar nuestra inactividad”, responde Zizek. Y no se trata de revivir el clásico fantasma del fracasado comunismo.

Por ejemplo, es urgente realizar la crítica de ese capitalismo “postmoderno” que cosifica nuestra propia existencia: hoy, con la vigencia del mundo virtual, compramos cada vez menos objetos materiales, y cada vez más experiencias.

Compro mi forma física en videos de ejercicios o gimnasios; mi iluminación espiritual, en cursos de superación o meditación; mi satisfacción sexual en canales “calientes” o porno; y lo mismo sucede con el llamado “consumo cultural” que con un solo “click” nos informa sobre temas que otrora necesitarían la lectura de varios volúmenes.

Y la lucha de clases no fue superada. Zizek observa que en las fábricas de china “comunista”, de Vietnam, de Indonesia etc. etc. son explotados con bajísimos salarios millones de trabajadores, lo cual, a su vez, ha dejado sin empleo a otros tantos millones de obreros en las ciudades industriales de occidente.

Y las guerras “para defender la democracia” en Afganistán, Siria, Libia, Malí o el Congo, empujan millones de personas hacia Europa: donde otros millones los ven como una real amenaza para su trabajo o a su forma de vida y debido a ello se están inclinando hacia esos “populismos neofacistas” que ya gobiernan en Hungría o Austria, y que próximamente podrían llegar al poder, con Marina LePen, nada menos que en Francia ¡La cuna de los derechos humanos!

En Latinoamérica, es obvio que necesitamos nuevos esfuerzos ideológicos para hacer frente al populismo de derecha (tipo Uribe), que ofrece seguridad ¡Pero sin reformas de fondo en uno de los países más desiguales del mundo! Y también frente al populismo de izquierda (tipo Chávez), que destruye un sistema económico sin ocuparse de edificar un nuevo,y dilapida en migajas los recursos de capital existentes.