Ante el Consulado de Colombia en Ciudad de México D.F. la ciudadana pereirana Paola Díaz denuncia el maltrato del que ella y 22 familias más cuando con niños iban de vacaciones a Cancún y fueron injustamente deportados, porque, “se reservaban el derecho de admisión”, como única explicación.
Soy colombiana y tengo un hijo de 13 años.
Trabajo para la Alcaldía de Pereira y me desempeño como funcionaria pública desde hace más de 10 años.
Ahorré todo este año para poder darle unas vacaciones a mi hijo y decidí el destino de Cancún por sus playas y parques como Xcaret y Venture Park.
El día 20 de noviembre cuando llegó el tan esperado viaje llegamos al aeropuerto de México a las 12 del día después de estar volando desde las 6 am.
Nos deportaron a 20 familias ese día que íbamos a este destino con niños de diferentes edades. El trato fué indolente con nuestros hijos a quienes no nos permitieron ni siquiera comprarles agua.
En un salón muy frío fuimos detenidos por más de 6 horas a muy bajas temperaturas insoportables ( Pedimos que le bajaran al aire que estaba perjudicando a los niños y no tuvimos eco, pedimos agua para ellos y tampoco fue posible). Fuimos tratados como delincuentes donde nos decomisaron celulares, pasaportes y nos restringieron incluso de comprar comida para los niños que allí estaban esperando ver la playa, los parques.
Niños que no tenían razón alguna para estar en ese lugar frío y donde nadie escuchaba sus gritos de hambre y frío. En su cabeza solo tenían idea de un viaje con playa donde jugarían y disfrutarían mucho. Que mal viaje!, que mala decisión! que desafortunada inversión y qué equivocados estabamos!… Lo único que vieron fue como nos maltrataban los funcionarios de migración a todos los mayores que allí estábamos sin tener en cuenta que muchos de nosotros, trabajadores y profesionales, estábamos solo para cumplir un sueño de nuestros niños y darles su regalo de navidad el cual nos había costado un gran esfuerzo pagarlo.
Perdimos nuestro dinero de todo lo que habíamos pagado de hotel, de parques, de todas las reservas realizadas.
Los sueños de ver felices a nuestros hijos se convirtieron en la peor pesadilla donde hasta escoltados de aquel frío lugar salimos y sin poder comprar ni agua porque no podíamos salirnos de una fila absurda. Indocumentados hasta llegar a Bogotá y a embarcar obligados a otro vuelo con destino a Pereira como si no pudiéramos elegir otro destino.
Tenemos que hacer algo desde la cancilleria y la embajada de Colombia en este país, debemos denunciar la violación de los derechos humanos y el trato digno a los que todos tenemos derecho y más nuestros niños. Los daños psicológicos quién los paga?…
Es demasiado alto el riesgo al invertir nuestros ahorros en este destino. No pueden seguir tratando a nuestros compatriotas que van de turismo como delincuentes y menos violar los derechos de nuestros niños.
Esto no puede seguir pasando, por eso me permito colocarlo en su conocimiento esperando que se haga algo al respecto que proteja a nuestras familias colombianas y nuestros niños.
Les ruego, que muevan todos los esfuerzos para que estas situaciones no sigan pasando. Son muchas las denuncias de estos hechos recurrentes y muy poco lo que hacemos para evitar que esto siga pasando y máximo cuando hay menores de por medio.
Hoy iré a los medios de comunicación e iniciaré una campaña #NoVayasaMexico para que por lo menos los que no sabíamos que esto pasa nos demos cuenta a tiempo y logremos evitar que sigan atropellandonos como lo han hecho sin que el gobierno colombiano haga nada al respecto.
Agradezco su atención y quedo atenta a su respuesta.