Los departamentos de Risaralda, Caldas y Quindío, que conforman el corazón del Eje Cafetero, comparten no solo una riqueza paisajística y cultural invaluable, sino también desafíos comunes en materia de infraestructura y conectividad aérea.
Si bien cada uno cuenta con terminales aeroportuarios propios (Matecaña en Pereira, La Nubia en Manizales y El Edén en Armenia), estos enfrentan limitaciones técnicas, geográficas y operativas que restringen su capacidad de crecimiento y su proyección internacional.
Ante este panorama, se hace urgente y estratégico que los tres departamentos unan esfuerzos para construir un Aeropuerto Regional de talla internacional que no solo supere las limitaciones actuales, sino que además consolide al Eje Cafetero como un clúster competitivo, integrado y sostenible.
¿Por qué es necesario?
1. Limitaciones geográficas: La Nubia, por ejemplo, tiene restricciones operativas por clima y topografía. Un aeropuerto regional en una ubicación estratégica, con mejores condiciones climáticas y de acceso, garantizaría mayor regularidad y eficiencia.
2. Conectividad internacional: A pesar del auge del turismo y el comercio, la región aún depende en gran medida de conexiones a través de Bogotá o Medellín. Un aeropuerto regional permitiría vuelos directos a destinos clave en América Latina, EE. UU. y Europa.
3. Aprovechamiento del POT regional: La RAP Eje Cafetero y el enfoque de integración regional hacen viable un proyecto de infraestructura conjunta que refleje una* visión de desarrollo colectivo, no fragmentado. *
4. Reducción de costos y duplicidades: Un solo aeropuerto bien dotado y con altos estándares reemplazaría paulatinamente las inversiones costosas e ineficientes en tres terminales independientes.
5. Impulso al turismo, la agroindustria y la exportación: Esta infraestructura sería clave para el comercio de productos como café especial, las flores, las frutas exóticas y los servicios turísticos de alto valor.
Un llamado a la voluntad política
La realización de este aeropuerto no es solo una cuestión técnica o económica. Requiere voluntad política, visión de largo plazo y un fuerte compromiso interinstitucional.
Gobernaciones, alcaldías, gremios, universidades y la ciudadanía deben trabajar unidos para dejar de pensar en lo local como frontera y entender que la verdadera fortaleza del Eje Cafetero está en su unidad.