Creer es dar por cierto lo que no se ha demostrado.
La primera línea de defensa de un tramposo, de un estafador, de un traidor, es negar, aunque sea atrapado en flagrancia, estrategia que funciona dado que se da por cierto todo aquello que esté acorde con lo que genere seguridad, la duda molesta, por ello aparece la fe, la que definen los exégetas, aquellos especializados en la interpretación de los textos sagrados, como el dar por cierto aquello que Dios ha revelado.
La fe no solo se aplica a lo referente a la religión, es aplicable a todo aquello que hace más fácil la vida, el acomodar los hechos, la información, como cierta o falsa según ella esté acorte con lo que esté en simetría con creencias, con prejuicios, así hay quienes sostienen, aún hoy en día, que la tierra es plana, que la evolución es una falsedad, que Matusalén vivió 800 años, que la condena a quien dijo que era la tierra la giraba alrededor del sol fue un acto en defensa de la verdad.
Cuando la fe llega a la política, ya es parte de su estrategia, modificar el significado de la palabra para hacer que la realidad se acomode a la ideología, a sus propuestas, así han podido los profetas y los líderes convertir el asesinato en legítimo derecho de quienes son poseedores de la verdad revelada, el robo y lo corrupción en historias inventadas por los opositores, los delincuentes y genocidas en gestores de paz, las SS de Hitler en defensores de la moral, los delatores de barrio en apóstoles de la fe, los bodegueros en historiadores bendecidos.
Identificar a quienes apoyan lo indefendible no es fácil; los alemanes, ilustrados y disciplinados, muchos, incluso una mayoría, apoyaron a un demente genocida y locuaz tirano, los cubanos han soportado por dos generaciones un gobierno que los ha oprimido y envilecido y los venezolanos pasaron de vivir en la opulencia a padecer en la miseria.
Los gobiernos despóticos encuentran seguidores en cohortes diferentes que piensan diferente pero que, terminan en la misma religión, ellos son:
1.- Quienes hacen parte del establecimiento, aquellos que reciben beneficios, gozan y viven como nunca antes, no solo en los altos cargos de ministros, gerentes y embajadores, también los burócratas sin credenciales, los contratistas que reciben a dedo que haceres que los hacen multimillonarios o los sobres remunerados por oficios que solo favorecen al gobernante.
2.- Otros, son aquellos quienes creen que las tesis propuestas son excelentes y que lo que falla son las personas, son seguidores de cambios, aunque tales metas hubieren demostrado, sin lugar a duda, que la tesis del manejo de la sociedad en el Estado totalitario, aparte de practicar el despotismo y la vulneración de los derechos, se convierten en modernas monarquías hereditarias y omnipotentes, estos son militantes de partidos políticos que ofrecen de todo y entregan migajas.
3.- Los que terminan creyendo lo que la propaganda oficial les entrega, estos ni ven, ni oyen, solo siguen el rebaño, esperan y esperan por promesas que cuando llegan son tan efímeras como es el resultado de manipular la economía a través de empréstitos que terminan en la ruina de los Estados y el encarecimiento de todo.
Estamos en una campaña donde se decide si queremos prolongar el gobierno actual, a pesar de que cada día se hace evidente que está plagado de funcionarios y contratistas corruptos, que la violencia y la conculcación de los derechos fundamentales son ya rutina y que estamos viviendo al prestado sin límites o la alternativa de cambio, así, el único argumento que está generando pasiones es estar con o contra el gobierno actual.
Dios quiera que esto se resuelva por las vías democráticas.
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Juan Guillermo Ángel Mejía es ingeniero industrial de la Universidad Tecnológica de Pereira. Exalcalde de Pereira y exsenador y expresidente del Congreso de la República. Fue embajador en Guatemala. Es un pereirano de todas las horas y columnista de GQ Tu Canal
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