¿Qué hay detrás del documento del Intergremial de Caldas a la ministra de Transporte María Fernanda Rojas y al presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura -ANI- Oscar Javier Torres con copias a los intergremiales de Risaralda, Quindío, gobernadores y congresistas del Eje Cafetero?
Se nota que el documento es un reclamo y una exigencia de diálogo directo y prioritario porque como casi todo lo que tiene interés para los territorios, no hay con quién hablar en el Gobierno.
Todo se reduce a que el contrato de concesión de Autopistas del Café tiene los meses contados y queda mucha obra de alta ingeniería vial por desarrollar.
Los gremios de la producción y los gobernadores (los políticos andan en la telenovela de la oposición), reclaman al Gobierno que sobre el proyecto vial de “Iniciativa Privada Conexión Centro” al menos abran la puerta para saber qué, cómo y cuándo se va a resolver el futuro de la interconexión o corredor vial Manizales, Pereira, Armenia.
Es un grito del cual me atrevo a decir que el periodismo regional comparte plenamente reclamando atención y precisión sobre un proceso que, desde las socializaciones en Chinchiná, Santa Rosa de Cabal, Pereira y Armenia cumplidas en noviembre de 2023, el Gobierno a través de la ANI no volvió a decir ni mú, excepto los ajustes que Odinsa hizo y están en evaluación, como nos lo reconoció el presidente de Odinsa Mauricio Ossa en su reciente visita a Pereira.
El silencio de la ANI no puede ser la noticia. Ello significa que propuesta de Odinsa como estructurador original del proyecto, está durmiendo el sueño de los justos.
El gobernador Juan Diego Patiño y el Intergremial de Risaralda bajo la presidencia de Víctor Baza Tafur también han puesto puntos sobre las íes señalando cuáles son las prioridades viales y coinciden con Caldas y Quindío en que el modelo privado “es la alternativa más eficiente y sostenible para desarrollar infraestructura vial de alto impacto para impulsar el mejoramiento de la conectividad y la competitividad regional”.
Las preocupaciones se sostienen por sí mismas cuando el documento precisa: “a la fecha no hemos tenido conocimiento de los contenidos técnicos, financieros ni contractuales de dicha propuesta, ni para cuándo serían las socializaciones que estaban previstas para febrero de este año”.
¿A qué juega el Gobierno? ¿A ser administrador a través de Invías de los billonarios recaudos de los siete peajes de Autopistas del Café? ¿La ANI está jugando a alargar el tiempo para tomar una decisión inconsulta?
Si la montaña no viene hacia los gobernadores y los intergremiales, ellos tienen la obligación de conformar una comisión de alto nivel e ir directamente a hablar con la montaña.