El principal problema de las festividades aniversarias de Pereira es que tiene nombre pero no tiene identidad. Empezando porque no hacemos promoción nacional e internacional.
Durante muchos años se vino hablando tanto del tema que ya nadie volvió a decir nada al respecto.
El siguiente problema de las fiestas es de estructura organizacional en el sentido de que a diferencia de Cali, Manizales y Barranquilla en donde la organización de esos eventos corren a cargo de unas corporaciones sin ánimo de lucro en donde los respectivos municipios forman parte de las juntas directivas.
En Pereira el supuesto organizador es la Oficina de Fomento al Turismo, que nunca ha tenido dientes, ni alas, ni fu ni fa.
A lo largo de los últimos 50 años, ningún alcalde se ha atrevido a hacer el verdadero cambio de esa oficinita burocrática de pueblo a una gran corporación con criterio de empresa de turismo y vinculación de fuerzas ciudadanas y empresariales que nos permita desde septiembre lo que vamos a tener en agosto del año siguiente.
Pero nos acostumbramos todos los años a que el alcalde de turno faltando dos meses haga una bolsa de dinero recogida en las diferentes secretarías e institutos descentralizados, cuando no es que un cercano oportunista termina haciendo su agosto comercializando y haciendo de las fiestas aniversarias su propio negocio.
El más remoto director que recuerdo es a Mario Mazuera (QEPD), cuando Fomento al Turismo hace ya medio siglo funcionaba en el segundo piso del mal llamado palacio municipal. Y como Mario han pasado por allí docenas de directores directoras que mal que bien hicieron lo que pudieron y seguimos igual.
Pienso que con la experiencia que este año está teniendo el alcalde Mauricio Salazar Peláez, le proponemos que se anime a nombrar una comisión que le presente un estudio serio de creación de una organización público-privada que se encargue responsablemente del Carnaval de la Cosecha.
El evento gastronómico y cultural que desde hace 21 años realiza en la Plaza de Bolívar el Museo de Arte de Pereira como entidad privada, es un buen ejemplo de lo que los particulares pueden hacer con el apoyo del Municipio y el empresariado.
El alcalde Salazar está demostrando que es posible hacer una celebración en grande para una Pereira cada vez más grande, más exigente y más ávida de recreación, además, teniendo en cuenta el proyecto de hacer de Pereira un centro turístico de primer orden.
Es muy buena la idea de traer al menos unas muestras de los carnavales de Barranquilla, de Blancos y Negros de Pasto, del Carnaval del Diablo en Riosucio, además de la participación de algunos voluntariados (no todos) de la propia alcaldía.
Y fue muy buena la idea de los palcos a lo largo de la Avenida 30 de agosto, al estilo Carnaval de Río. El próximo año debería ser mucho más grande y de paso sacar a los fantoches que se colaron con o sin visto bueno en el desfile del sábado.
Fue muy emocionante ver las calles, los balcones de los edificios, parques de los barrios y plazas públicas abarrotadas de pereiranos y visitantes, en general mostrando la cultura ciudadana que tanto hemos pedido; pero será mucho más grato si en el futuro cercano la ciudad realiza una celebración que nos ponga en el circuito de los grandes carnavales nacionales e internacionales, sin que dependa de la voluntad exclusiva de cada alcalde.