UN PARTIDAZO Y UN EQUIPAZO

El fútbol bien podría ser el deporte más completo de la historia de la humanidad de no
ser porque el atletismo es por su naturaleza la esencia misma del deporte y la natación
el más integral y total al ser practicado en un ambiente solo comparable con el estadio
en que estuvimos en el vientre de nuestras madres.

Tengo experiencias en las tres disciplinas. Fui por breve tiempo atleta de madia
distancia y me gustaba correr en las maratones del colegio. Por diez años fui
presidente de la Liga Risaraldense de Natación. En los años setenta fui defensa central
en campeonatos de fútbol aficionado.

De niño, mi hermano mayor me llevaba al estadio Mora Mora a ver a una de las
mejores versiones del Deportivo Pereira. Eran los años sesenta cuando el Dr. César
López Fretes, un abogado y director técnico paraguayo dirigió por varios años a lo que
en esos tiempos llamábamos La Furia Matecaña y el estadio era El Fortín de Libaré, dos
apelativos que retratan de cuerpo entero la categoría del Depor de la época.

La noche ayer domingo me hizo recordar esos tiempos memorables. Desde una silla de
la parte superior de la tribuna occidental vi en el equipo de Leonel Álvarez el coraje, el
pundonor, el carácter y el respeto por la afición y la bandera de la ciudad. El mismo
temperamento que le vimos a Leonel como jugador de Selección Colombia.

De los tres resultados que el fútbol ofrece, con enorme intensidad, este equipo
nuestro elige salir a luchar y ganar desde el primer minuto. Y cuando ocurren
contingencias como la de anoche que Junior encajó dos goles cuando el Pereira mejor
jugaba, ni los hinchas que colmamos las graderías ni los jugadores en la cancha,
bajamos la guardia.

Los que luchan todo el tiempo son los imprescindibles, dijo Bertold
Brecht, con todas sus letras.

El de anoche no fue un partido cualquiera. Leonel sigue la senda de su propio estilo de
vida deportiva y el Junior puede tener grandes jugadores y más plata que el Deportivo
Pereira, pero Junior y los demás grandes del torneo, allí en la cancha, se van a
encontrar a un Pereira que puede perder pero que difícilmente van a doblegar porque
es un equipo que se parece a la ciudad que lo habita y cuya afición a lo largo de
ochenta años, ha vivido las verdes y la maduras.

Como en los mejores días de Alejandro Restrepo, que llevaron a nuestro Deportivo
Pereira al campeonato y a la Copa Libertadores de América, queremos seguir yendo al
estadio a ver partidazos como el de la inolvidable noche del domingo 25 de febrero.