Son tozudos los hechos respaldados por las estadísticas que impactan al territorio risaraldense, como ocurre en el caso de las empresas y emprendimientos que entre el año 2023 y 2024 han desaparecido de nuestro mercado comercial y laboral.
Me dice Juan Carlos Arcila Franco, Defensor regional del contribuyente y el usuario aduanero de la Dian, que de las empresas creadas en Risaralda en el 2023 solo sobreviven en el 2024 el 5% de ellas.
Y hablando con la ingeniera industrial Katia Lorena Salas, coordinadora de la Unidad de Aceleración Empresarial de Comfamiliar Risaralda, nos reporta la preocupante noticia según la cual de 7.900 empresas creadas en 2023 un total de 6.800 fueron liquidadas.
Estamos hablando de micro, pequeñas y medianas empresas que buscan espacios en el mercado risaraldense. En Risaralda, el 96% de las empresas son Pymes.
En este punto, destacamos la decisión de Comfamiliar de crear la Unidad de Aceleración Empresarial con el fin de asegurar el fortalecimiento y consolidación del desarrollo empresarial prestando, sin costo alguno, asesorías orientadas a la reducción de las brechas de talento humano, fomentando el crecimiento de empresas, la asociatividad y la competitividad en sectores estratégicos como el comercio, turismo, agroindustria, café, moda y robótica.
Y qué bueno que en este plan de apoyo empresarial Comfamiliar cuente con aliados de carne y hueso como las universidades Externado, Los Andes, Areaandina, Unisarc, Unicomfamiliar, Cesde, además de Nature Trips Colombia, Platzi y Vive Travel, especializadas en desarrollo turístico, como apuesta regional clave.
Por supuesto que además del conocimiento, la capacitación, la pertinencia laboral y la asesoría que requiere todo proyecto de negocio, también hay factores que impactan el clima de los negocios, como cuando los gobiernos promueven políticas y acciones de fomento y estímulo a la dinámica comercial y empresarial.
No podemos ocultar el contexto de incertidumbre económica, polarización política, extorsión a manos de estructuras criminales y otros factores negativos que afectan el entorno de los negocios, sin duda menos grave en Risaralda que en el resto del país.
Siempre ha habido y habrá dificultades. Y aunque unos días son más azules que otros, siempre los caminos de la vida estarán mirando el horizonte, razones suficientes que, unidas a la lucha por el bienestar y prosperidad personal y de la familia, y el desarrollo del territorio, obligan a ayudar, a la solidaridad social y a pensar en positivo.
Cuando se tienen propósitos superiores, mientras haya vida y buena salud, el deber llama al esfuerzo, a la búsqueda de soluciones y al poder de la imaginación para superar las dificultades.