Pienso que esta vez puedo mezclar peras con manzanas porque sucede que la mixtura de ambas, tocan las fibras íntimas de la sociedad pereirana.
La sorpresiva salida de Leonel Álvarez de la dirección técnica del Deportivo Pereira, aunque hay temores por volver a rumbos inciertos de tiempos no lejanos, no es tan grave como el freno de mano que otra vez, en esta ocasión, el Tribunal Contencioso de Risaralda ha puesto a las obras de construcción de la Intersección Galicia al suspenderlas al tenor de una letal Acción Popular del colectivo “Salvemos los samanes”.
Leonel puede ser sustituido por un técnico igual o mejor y en el fondo, es aún más importante tener un planchón de jugadores de nivel. De hecho, Leonel ya tenía oferta del Emelec de Ecuador. Así que no hay mucha ternura en su carta de despedida intentando justificar su fuga.
Leonel debe saber que el gran general romano Publio Escipión “El Africano”, venció a un ejército Sirio, con la “Legión Maldita”, un grupo de perdedores que habían sido derrotados en una vieja batalla y fueron condenados a una isla ignota.
En el caso Galicia, el problema es el tiempo que se tome el magistrado para estudiar todos los documentos y argumentos que Carder le debe enviar explicando que el contratista no tiene la culpa, que tenía en regla sus permisos ambientales (por lo que se perdieron dos meses de obra), y que, sobre estos, lo que faltaba ya fue resuelto satisfactoriamente. Es lo que sabemos hasta ahora, pero el magistrado al parecer no conoce.
En el caso del Deportivo Pereira está en juego la principal motivación de una ciudad que palpita con su equipo tal como lo vivimos cuando salió campeón en el 2022. Leonel tendrá sus razones profesionales y ya se sabe de su descontento porque no le dieron los jugadores que quería y los que le trajeron no dieron la talla para lo que quería tras el logro de sus objetivos de largo alcance. Eso es “normal” en nuestro fútbol y probable que si acepta Luis Fernando Suárez, a quien vimos jugar en la defensa del equipo Matecaña, en poco tiempo Leonel será un grato recuerdo y nada más. Ojalá.
A su turno, en Intersección Galicia los dilemas y encrucijadas ya tocaron a importantes personajes de la vida política, empresarial, gremial, cívica e inclusive a la comunidad de Galicia que acaba de publicar una carta durísima poniendo de relieve que no es lo mismo salvar árboles que salvar vidas, a propósito de los fatales accidentes de tránsito en ese sector de Cerritos.
Los árboles se pueden compensar y si hay voluntad, con creces, pero las vidas perdidas, como dijo Vargas Vila, “no resucitan ni responden al clarín el día del juicio final”.
Desde que surgió el problema de la tala de samanes y la parálisis de las obras hace tres meses, he hablado con muchas personas al respecto y me ha abstenido de escribir sobre el caso a la espera de las decisiones, primero la de la Carder y luego la del magistrado que lleva el caso en el Tribunal.
En el Pereira tiene la palabra el presidente Álvaro López Bedoya porque por el bien de la ciudad y la amorosa afición del Depor, cumpla la doble promesa que hace poco nos hizo a los periodistas, de “corregir los errores del pasado y darnos los nuevos días de grandeza del Deportivo Pereira”.
En conclusión, tanto en el asunto Galicia como en el tema Deportivo Pereira, en ambos casos, se requiere entendimiento y grandeza. En ese orden.