LA CRISIS DE LA UNIVERSIDAD PRIVADA Y LA LIBRE

Próxima a sus 60 años, la Universidad Libre de Pereira es la primera de las privadas fundada en Risaralda. Hoy está en cese de actividades académicas.

El sindicato de profesores (Asproul), algunos egresados y estudiantes, piden entre otras cosas, incremento de salarios y mejoras tecnológicas. De por medio está un laudo arbitral cuyo recurso de anulación interpuso la directiva central de la Libre, laudo pendiente de resolución en la Corte Suprema de Justicia.

La Libre viene pagando salarios pero no los sube porque desde el 2020 en pandemia congeló matrículas.

Cumplir el laudo implica aumentarlas al menos en un 30%.
Se espera que una vez entren al diálogo inteligente propio de la academia, los estamentos Unilibristas encontrarán soluciones para normalizar actividades e iniciar la ruta de superación de esta crisis sistémica. O todos perderemos.

La Libre siempre ha vivido una lucha de poderes de diferente índole. Soy egresado y por cinco años tuve a cargo las comunicaciones en la Seccional Pereira. Conozco las costuras y entretelas de su problemática que va más allá de esos apetitos centenarios.

Los problemas no son exclusivos de la Libre. Casi todas las universidades privadas viven la caída de matrículas de estudiantes, afectando finanzas, obligando reducción de gastos y terminando contratos a profesores.

La crisis se inició antes de la pandemia. Estudios y análisis de externalidades que han impactado la disminución de estudiantes en la universidad privada ya eran muy preocupantes, en especial para aquellas que como la Libre y en general las de Pereira donde el 70% de sus estudiantes son de estratos populares y clase media.

Según datos del Sistema Nacional de Información de Educación Superior (SNIES), en 2016 ingresaron 285.833 estudiantes a la universidad privada mientras en 2017 fueron 255 462. Una reducción del 10%. Mientras las matrículas suben por la escalera, los costos de operación suben por el ascensor.

Investigaciones de la Universidad del Rosario y El Tiempo desde 2017 a la fecha reportaron indicadores de descenso sostenido de matrículas, hoy agravado con la política gubernamental de matrícula cero en la universidad pública, bajándole más velocidad a las matrículas privadas; amén de la eterna problemática de costos del Icetex.

En 2021 en un ejercicio con Carlos Mejía Vergara, director de mercadeo de la Libre, detectamos 14 factores que alejan a la muchachada de las aulas.

El factor 15 sería la extinción de la universidad privada.

Sin desconocer que adentro hay factores negativos, la solución también está en manos de directivos, profesores, egresados y estudiantes.

Sin radicalismos, se impone el sacrificio y la sensatez de las partes.