QUE NUNCA VUELVA A SUCEDER EN PEREIRA

Una ciudad como Pereira -de la que Bogotá cree que no necesitamos nada porque lo tenemos todo- no puede darse el lujo de despilfarrar recursos públicos con obras inconclusas, mal hechas o inconvenientes contratos de infraestructura anunciados con pompa y terminados en frustración.

Las insufribles, glorieta de Corales y avenida Los Colibríes, son casos de improvisación y pésima planeación de obras vitales para la movilidad vial que terminaron en pesadilla y caótica inversión pública.

Es una pena que las dos alcaldías que prometieron el cambio dejen estas huellas de atraso y enredos que siguen sin solución; para no mencionar proyectos emblemáticos que quedaron en el discurso.

El ingeniero Augusto Ramírez Barrera (QEPD), hizo los estudios y diseños de la Intersección Corales con puentes elevados y pasos a desnivel. El alcalde Juan Pablo Gallo anunció la obra con inversión de $16.500 millones, pero en campaña electoral de 2015 cambió el destino de los recursos y nos dejó el esperpento de glorieta que hoy sufrimos.

La primera fase de Los Colibríes en Cerritos es de 3.4 kms. Hoy no conduce a ninguna parte y menos si el contratista incumple a 15 de marzo próximo. A un mes, será imposible hacer lo que no hizo en dos años. Si es que no sale corriendo.

De una comisión, el alcalde Mauricio Salazar recibirá el 29 de febrero el informe técnico-jurídico de Los Colibríes y tomará decisiones.

El contrato es por $50 mil millones de los cuales $32 mil millones para la obra y $18 mil millones para la gestión predial. (Tuvo $12 mil millones de anticipos). Le autorizaron $16 mil millones de adición (Ley 80). Ahora pide $13 mil millones para “terminar” y $11 mil millones para pagar la gestión predial a los vecinos. O sea, $90 mil millones.

Fuimos a Los Colibríes el viernes 16 con funcionarios de Carder, Personería y Veeduría de El Tigre. Suficiente para entender el galimatías de una obra que más de dos años de iniciada no va en el 92% como dijo la anterior alcaldía cuando esperaba inaugurarla el 31 de diciembre.

Hay tramos sin subbsases ni segunda capa de pavimento, sin andenes ni ciclobanda, sin muros de contención ni antejardines, sin carriles de servicio, con solo uno de los cuatro túneles pasos de fauna, sin los pasos elevados; sin compensación de casi 3 mil árboles talados (que sembrarían 7 mil para conservar el hábitat), cuya fauna los requiere a riesgo de extinción.

En mayo de 2023 Carder requirió al Municipio el Plan de Manejo Ambiental. Nunca lo presentaron. Y en noviembre Carder requirió al contratista la caracterización de las especies de la zona intervenida. Nunca la entregaron.

La novela de Corales y Los Colibríes jamás debe repetirse en nuestra amada ciudad.