¿LO PÚBLICO ESTÁ PODRIDO?

Con el exalcalde de Pereira Álvaro Ramírez González me une una amistad de vieja data sembrada en la vocación que ambos tenemos por la opinión libre de ataduras, no obstante las diferencias enriquecedoras que administramos en la más sana tolerancia originada en el espíritu liberal que a veces él olvida.

En un reciente reportaje, me soltó la expresión: “Lo público está podrido”. Se refirió al proyecto Vías del Samán cuya apuesta de los gobernadores Víctor M. Tamayo y Clara Luz Roldán, (Risaralda y Valle), plantea un modelo público de tal manera que, sobre casi dos billones de recaudo de peaje, la nada despreciable ganancia del concesionario privado se invierta en más obras viales, en el mismo proyecto.

Con tanto escándalo de corrupción, Álvaro tiene razón en la sospecha. Igual sospecha tenemos quienes como yo cuestionamos a los concesionarios privados que escurren el bulto a las preguntas de los periodistas; o el importaculismo a la carta abierta de empresarios y profesionales inconformes con el manejo de Autopistas del Café, concesión que explota los apetitosos peajes que enjaularon a Pereira sin ninguna retribución y en cambio sí, aporta mucha inseguridad vial y trancones desde el 12 de abril que se les cayó el puente El Alambrado.

Álvaro tiene razón al dudar del manejo de los recursos del peaje de Cerritos al que le trae ganas Odinsa, dueña de Autopistas del Café, cuyo presidente Mauricio Ossa, recién vino a Pereira a dictar cátedra de liderazgo ético. Qué tal. Y todos tan complacidos con un músculo financiero fortalecido por nosotros; claro, sin retribución. Qué delicia.

Muestra del negocio podrido que es un concesionario privado, es el cacareado Centro de Servicio que se cae a pedazos en el mirador bajando a Cartago. ¿Y la Contraloría? ¿Y el Intergremial? ¿Hay que ayudar a los responsables, o la ciudad?

La inseguridad vial en la vía Pereira-Cerritos se escribe con sangre. Es intento de suicidio pasar a pie al otro de la vía. Humildes trabajadores de servicio doméstico, jardineros y labriegos han muerto o sufrido lesiones graves, hoy con mayor riesgo por el colapso del puente El Alambrado y la invasión de tractomulas, que no parece importarle a Autopistas del Café. Café amargo.

Expertos en ingeniería observan cómo entre El Pollo y Cartago ciclo rutas, puentes peatonales y obras viales complementarias brillan por su ausencia tras 20 años de ordeño del peaje del anterior concesionario privado, único que se arruina con un peaje.

Para ganar confianza en lo público, es reto del próximo gobernador de Risaralda gestionar con rigor las Vías del Samán: doble calzada Romelia-El Pollo, doble calzada Cerritos-La Virginia y avanzar en la construcción de la intersección Galicia.