Al finalizar la semana, cuatro hechos sustantivos marcaron políticamente el avance de la campaña electoral tras la Alcaldía de Pereira y Gobernación de Risaralda: el anuncio de una encuesta para definir adhesión entre Steven Cárdenas y Carlos Andrés Hernández; el respaldo de ocho pequeños partidos y movimientos a Alexander Pérez; la unión liberal de Juan Pablo Gallo y Diego Patiño Amariles; y la renuncia de Martha Alzate a la ruta del aval en el Nuevo Liberalismo para aceptar la oferta del Partido Dignidad y Compromiso.
Cada uno de los cuatro hechos políticos tienen su propia historia que intentaremos contar en la exigente brevedad de una columna de opinión.
Con insistencia, Cárdenas y Hernández arrancan en punta buscando unión de fuerzas y esfuerzos en un escenario de alternativos e independientes con todas las barreras que ese proceso ha tenido dadas las condiciones específicas de cada aspirante.
Así, cada uno avanza al ritmo de su propio cálculo político. Los Verdes apenas harán su propia encuesta entre Nancy Henao y Diana Osorio. Martha Alzate ha crecido mucho pero no se somete a una encuesta porque su campaña apenas la inició en febrero. Fabián Gómez, candidato del partido del alcalde de Medellín tiene su propia estrategia de acercamiento a otros movimientos, en especial a los Verdes de Carolina Giraldo. Aún es prematuro y especulativo cualquier pronóstico sobre resultados en estas huestes políticas.
En rueda de prensa, el exsecretario general del Concejo de Pereira, Alexander Pérez Bustamante sentó a la mesa a los partidos Comunes, PTC Partido de los Trabajadores, Polo Democrático, ED Esperanza Democrática, Partido Comunista, Unión Patriótica y Pacto Diverso. La campaña apenas empieza a hervir y habrá que esperar la capacidad de acción política de estas fuerzas políticas.
Con gran despliegue de logística y medios, el senador Gallo y el parlamentario Patiño Amariles protocolizaron la unión de sus dos fuerzas y de paso entregaron los avales del Partido Liberal al candidato a la Alcaldía de Pereira Maicol Lopera Cardona y al candidato a la Gobernación de Risaralda, Juan Diego Patiño Ochoa.
Este hecho político amerita un análisis por separado, pero se debe señalar que, sin duda, a cuatro meses de las elecciones, las demás aspiraciones a Alcaldía y Gobernación tendrán de frente una verdadera aplanadora liberal que va por el león y la parte, tal como lo dejó ver en su discurso el senador Gallo. No obstante, tanto Patiño como Gallo saben que en política como en fútbol, solo hasta el pitazo final se puede cantar victoria.
Al cierre de la semana, la sorpresa la dio la ingeniera Martha Alzate quien como aspirante independiente a la Alcaldía de Pereira de semanas atrás se había inscrito en “la ruta del aval”, del Nuevo Liberalismo pese a que el Comité Territorial que coordina Carlos Olivares anticipadamente ya se había comprometido con el coaval para Maicol Lopera, con quien Olivares comparte responsabilidades familiares, hecho que la campaña de Martha Alzate cuestionó moralmente al estimar que debió declararse impedido, como corresponde a los cánones que predicó el fundador del Nuevo Liberalismo, Luis Carlos Galán.
Esa tacha moral y la forma como de manera retorcida y mañosa le dilataban tanto en Bogotá como en Pereira la decisión del aval solicitado, obligó a Martha Alzate y su equipo político a aceptar la oferta que el Partido Dignidad y Compromiso le venía haciendo, aún con conocimiento de la solicitud de aval al Nuevo Liberalismo.
Dignidad y Compromiso es el nuevo partido político producto de la unión del excongresista Jorge Enrique Robledo (quien acaba de anunciar que será candidato a la Alcaldía de Bogotá), y el excandidato presidencial y exgobernador de Antioquia, Sergio Fajardo.
Por la calidad de los candidatos, por los candentes temas de debate que se vienen agitando y por la coyuntura política nacional que sin duda incidirá en los resultados, es muy prometedora esta campaña política a la Alcaldía de Pereira y la Gobernación de Risaralda, incluso, a las alcaldías de Dosquebradas y Santa Rosa de Cabal donde también se juegan intereses políticos y de ciudad de alto valor. Que los ciudadanos decidan.
Muy buen análisis.
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