¿DONDE ESTÁ LA BOLITA?

BIENVENIDO EL EXALCALDE DE PEREIRA, JUAN GUILLERMO ÁNGEL MEJÍA, COLUMNISTA DE GQ TU CANAL.

No es fácil entender la razón por la cual el presidente Petro se queja, al tener que aceptar que la arcas del estado están vacías, mientras que su gobierno solo ha logrado ejecutar una fracción del presupuesto vigente; esta paradoja deja interrogantes y permite suponer que si no se ha utilizado lo autorizado y de otro lado el dinero se acabó, habrá que buscar en dónde se gastaron los pesos, y se nos ocurre que los recursos terminaron en el lugar equivocado.

Esculcando el gasto nos encontramos con que el funcionamiento ha crecido por encima del 20% anual, muy superior a los indicadores de la inflación o del incremento en los costos de la actividad privada, en efecto la burocracia se disparó, ya encontramos más de un millón cien mil empleados en el sector público, se han creado ministerios y multiplicado su nómina, aparecieron 10 embajadas y se han creado nuevos capítulos de gasto.

La falta de caja se quiso remediar con una reforma tributaria, cosa que no es algo nuevo, paro esta produjo un resultado contrario al esperado; la reforma aprobada, la del ministro Ocampo, no generó los recursos programados, en efecto los recaudos de este año, apenas acumulan un 70% de lo esperado, este es el menor recaudo solo comparable con el de hace cinco años; así que, a pesar de estos malos resultados, el gobierno insiste en más reformas tributarias; sigue haciendo lo que estás haciendo y seguirás consiguiendo lo que estás consiguiendo, dice la sabiduría popular.

A la derrota de su proyecto de ley, el presidente responde maldiciendo a los congresistas, amenazando con un cese de los pagos internacionales, el catastrófico default, a suprimir las remesas a las regiones, y culpar a su derrota de la retaliación que anuncia; una sin razón ya que la falta de esos 9.2 billones de pesos, (si todos los afectados pagaran, cosa que la experiencia le demostró que es un imposible) ese menor recaudo es apenas una cuarta parte del incremento en los gastos de funcionamiento en que ha incurrido este gobierno, dado el desborde en la creación de burocracia, el despilfarro y por supuesto, por la corrupción que está rompiendo todos los récord anteriores. Pensamos que la austeridad sería la alternativa razonable en vez de castigar a la gente por la falta de dinero.

Dice Petro que él no es Uribe y tiene razón en muchos campos y particularmente en la manera como gasta el dinero de los colombianos, mientras que su contradictor cerraba embajadas, Petro las abre a diestra y siniestra para pagar silencios y premiar cortesanos, los casos de Benedetti, o las que resultaron del viaje millonario de la vicepresidente, doña Francia, son bien ilustrativas, pero la tapa del congolo es la nominación de un calumniador quien ya fuera obligado a rectificar su libelo y lo peor, alguien que ha convertido a nuestro presidente en el personaje internacional más publicitado, puesto que al reclamar su derecho a nominar a quien le dé la gana para representar a nuestro país en el exterior, algo que tiene límites, ya que se posesionó como presidente y no como emperador, como se lo han demostrado las cortes, pero justificar su arrogante desafío a Colombia y a la opinión internacional, calificando como acto de amor una pornografía ramplona, de ignorar los repetidos mensajes que publicó su preferido, quien se muestra como un depravado quien considera a la mujer y particularmente a las niñas adolescentes un objeto de diversión y goce para su sexo desenfrenado, en publicaciones que no vale la pena repetir, le resultó mal, muy mal el presidente Petro, quien ha debido dar marcha atrás, pero que insiste aunque todos, incluyendo a su subalterna mayor y hasta sus hijas, se le vinieron encima, estas últimas no parecen estar de acuerdo con su padre en cuanto a ser receptoras de las muestras de amor de su modelo de colombiano quien solo es mal oliente personaje.