¿SOMOS UNA SOCIEDAD REGIONAL CON CRITERIO AMBIENTAL?

Me seducen las ideas contrafactuales. Por ejemplo, ¿Qué hubiera ocurrido si el gobierno nacional compra las tierras o simplemente ocupa nuestro territorio para reubicar o trasladar a los indígenas Misak-guambianos del Cauca?

Jorge Hernán Marulanda Gómez, biólogo, consultor y conocedor integral del Parque Nacional Natural de los Nevados PNNN y dentro de él nuestra inestimable Cuenca del Río Otún, me dice: ¿Porqué con la ocupación de los Misak no y hace no muchos años con los Bernal -que causaron un enorme daño ambiental- sí?

¿Dónde ponemos -pregunta Marulanda Gómez- el tránsito del deber ser y de las aplicaciones de la economía comportamental que se deriva de la tragedia de los comunes al dilema de lo colectivo?

Y en el caso de que, por falta de transparencia pública de la ANT, lo que está en venta y aplica para la reforma agraria es la finca Potosí que está por fuera del PNNN, en sana crítica y a la manera Sartriana, ¿dónde ponemos las premisas de que la libertad y los derechos de uno, terminan donde empiezan los del otro?

Y de paso: exalcalde de Santa Rosa de Cabal, José Rodrigo Toro Montes alto asesor de la Agencia Nacional de Tierras ANT, (se rumora su conocimiento y complicidad), ¿puede usted contar qué hay detrás o explicar su silencio previo a la reacción del director de la Carder, las autoridades ambientales y gobernadores del Eje Cafetero?

Allende al suceso, encuentro muy positivo el sentido y alcance del escándalo y defensa del territorio que derivó en la intervención de la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad.

Ante la falta de integridad y transparencia en la ANT y sospechas del impacto negativo de ocupación con daño ambiental, se desató un proceso nunca antes visto en el Eje Cafetero: que por encima de los egos y falta de grandeza, la actitud de defensa ambiental del territorio que hoy es sujeto de derechos y sobre el cual ya tenemos conciencia social de su alta vulnerabilidad agravada por la amenaza climática y la urgencia de ponerlo en cuidados intensivos con un plan interinstitucional para gerenciar el riesgo.

En el núcleo esencial del asunto ambiental lo que está en juego es la seguridad hídrica de la región fundamentada en la capacidad que tengamos de defender, proteger y mejorar nuestra Cuenca Hidrográfica del Río Otún que surte de agua a Pereira, Dosquebradas, Santa Rosa de Cabal y Marsella.

No es viable soportar ningún impacto negativo sobre ese territorio productor de agua, oxígeno y beneficios ambientales inestimables.

Desde los años cuarenta años la Cueca ha sido objeto de derechos por parte del Estado y hoy por parte de la institucionalidad y lo más importante, cada vez más y mejor actitud de la ciudadanía.